Mundo Macho (Novela Salvaje)


Título: Mundo Macho (Novela Salvaje)
Autor: Terenci Moix
Editorial: Planeta





Ramón Moix Messegue (1942 -2003) conocido por su pseudonimo Terenci Moix, publica en 1974 su revisión definitiva de Mundo Macho (Novela salvaje), escrita originalmente en catalán, lengua materna del prolífico escritor barcelonés, por lo que el mismo autor nos aconseja leer la obra como una traducción. Dentro de su bibliografía personal, es una de sus primeras obras, donde se puede apreciar el gusto del escritor a la ambientación en el Antiguo Egipto.


Mundo Macho (Novela salvaje), refleja en sus páginas lo que ya nos introduce con su título; nos encontramos frente a una novela atípica, sorprendente a partes iguales por su originalidad y su crudeza, que recuerda en ciertos momentos a las perversiones llevadas al papel por el Marqués de Sade (si bien la finalidad de ambos autores sea totalmente distinta), pero dentro de una ambientación de aventuras.

La acción nos sitúa en Minia, ciudad egipcia, en la que el protagonista nos narra de su viva voz (mediante el uso por parte de Moix de un paranarratario) sus vivencias en un mundo oculto, desconocido y brutal denominado “Mundo Macho”, al cual fue arrastrado por unos misteriosos hombres. Mundo Macho representa una sociedad fuertemente totalitaria y disciplinada, compuesta únicamente por varones, al más puro estilo de la escultura clásica, que sólo se relacionan con la “bestia hembra” anualmente para prolongar el legado del Mundo Macho.

La ética de este mundo se fundamenta en la utilidad para la comunidad. Es una moral en la que el dolor y la muerte ocupan un lugar primordial, como forma no sólo de expiar la culpa, sino como camino a la dicha. Todo hombre que no es lo suficientemente apto para preservar la esencia de la sociedad, incluida la senectud, no puede subsistir. Sus ciudadanos llegan incluso a la antropofagia (este plano es bastante más complejo en la novela, no todos los hombres merecen morir de la misma forma) como representación de la preponderancia del sujeto perfecto.

El simbolismo impregna el texto de principio a fin, algunos de estos ejemplos que no perturbarán la futura lectura son; su Dios supremo es representado como una cobra (súmmun del pecado original y que juega un importante rol en la imposición del mal sobre el bien) o la muestra por parte de los pobladores de su miembro viril (indudable muestra de la supremacía del hombre, además, la obra está repleta de símbolos fálicos). También es interesante las reflexiones que Moix lanza sobre distintas obras de arte de diversas épocas y su carácter simbólico, exponiendo su conocimiento en la materia, pero que por motivos de argumento el lector debe descubrir e interpretar por sí mismo.

Pese a ser una historia original y perturbadora, su principal función no la cumple más que solventemente, la crítica vertida a la alienación, al capitalismo (especialmente errónea y sacada de contexto) y a la sociedad patriarcal, queda contaminada por una excesiva exaltación del masoquismo, que en ocasiones resulta molesta. Igualmente, Moix recurre demasiado al erotismo homosexual, hecho que choca fuertemente con la represión carnal que sufre todo el Mundo Macho (el sexo es entendido como un detrimento de la fortaleza).

Como resultado, nos encontramos frente a una novela que desde el punto estilístico no es digna de mención, pero su particularidad hace que sea merecedora de ser leída y disfrutada por la virtuosa creación de una humanidad invertida y brutal.

Nota de la biblioteca: 5, recomendable para comentarlo con los amigos.



2 cosas que decir:

Anónimo 26 de febrero de 2010, 4:28  

No sé si seguir leyendo vuestras críticas, porque al final me voy a encontrar con muchas obras para leer.
De todas formas, creo que esta novela, tien su importancia sobre la temática y sobre reconcoer que es una traducción del catalá, en la época en que se escribió, en la que no creo que ni el tema, ni escribir el catalán estuviera muy bien considerado por las autoridades de la época.
Lo dicho, me la apunto.

besos.
muchos.
envueltos.

Aletheia 26 de febrero de 2010, 16:02  

Por supuesto, el uso del catalán y del tema (y el trato que se da del mismo) es más que importante en la época. Si te parece interesante a priori leelo si puedes que no te dejará indifirente. Un saludo y gracias por el comentario

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